Beverly Turner fue honrada por su extraordinaria dedicación a los niños con necesidades especiales. Ella misma sufre de miastenia gravis, una forma de distrofia muscular, pero nunca ha permitido que eso la detenga. Cuando era adolescente le dijeron que no podría tener hijos, decidió dedicar su vida a cuidar a niños desfavorecidos y discapacitados. Hoy, Beverly tiene 13 hijos, ocho de los cuales ha adoptado, tres que han sido puestos bajo su custodia por los tribunales y dos que de lo contrario estarían viviendo en refugios para personas sin hogar. Gracias a su coraje y tenacidad, Turner ha conseguido una casa de 16 habitaciones en Irvington. Ella y sus hijos han traído gran felicidad y energía a su vecindario.